lunes, 21 de septiembre de 2015

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Fábula del búho sabio


Una vez, llegó a la selva un búho que había estado en
cautiverio, y explicó a todos los demás animales las costumbres de
los humanos.
Contaba, por ejemplo, que en las ciudades los hombres calificaban a los
artistas por competencias, a fin de decidir quiénes eran los mejores
en cada disciplina: pintura, dibujo, escultura, canto…
La idea de adoptar costumbres humanas prendió con fuerza entre los
animales y quizá por ello se organizó de inmediato un concurso de
canto, en el que se inscribieron rápidamente casi todos los
presentes, desde el jilguero hasta el rinoceronte.
Guiados por el búho, que había aprendido en la ciudad, se
decretó que el concurso se fallaría por voto secreto y universal
de todos los concursantes que, de este modo, serían su propio jurado.
Así fue. Todos los animales, incluido el hombre, subieron al estrado
y cantaron, recibiendo un mayor o menor aplauso de la audiencia.
Después anotaron su voto en un papelito y lo colocaron, doblado, en
una gran urna que estaba vigilada por el búho.
Cuando llegó el momento del recuento, el búho subió al
improvisado escenario y, flanqueado por dos ancianos monos, abrió la
urna para comenzar el recuento de los votos de aquel “transparente acto
electoral”, “gala del voto universal y secreto” y “ejemplo de
vocación democrática”, como había oído decir a los
políticos de las ciudades.
Uno de los ancianos sacó el primer voto y, el búho, ante la
emoción general, gritó: “¡el primer voto, hermanos, es para
nuestro amigo el burro!”.
Se produjo un silencio, seguido de algunos tímidos aplausos.
— Segundo voto: ¡el burro! Desconcierto general.
— Tercero: ¡el burro!
Los concurrentes empezaron a mirarse unos a otros, sorprendidos al
principio, con ojos acusadores después y, por último, al seguir
apareciendo votos para el burro, cada vez más avergonzados y
sintiéndose culpables por sus propios votos.
Todos sabían que no había peor canto que el desastroso rebuzno del
equino. Sin embargo, uno tras otro, los votos lo elegían como el
mejor de los cantantes.
Y así, sucedió que, terminado el escrutinio, quedó decidido por
“libre elección del imparcial jurado”, que el desigual y estridente
grito del burro era el ganador.
Y fue declarado como “la mejor voz de la selva y alrededores” .
El búho explicó después lo sucedido: cada concursante,
considerándose a sí mismo el indudable vencedor, había dado su
voto al menos cualificado de los concursantes, aquél que no podía
representar amenaza alguna.
La votación fue casi unánime. Sólo dos votos no fueron para
el burro: el del propio burro, que creía que no tenía nada que
perder y había votado sinceramente por la calandria, y el del hombre
que, cómo no, había votado por sí mismo.

La hipoacusia neurosensorial

La hipoacusia neurosensorial hace referencia a la perdida auditiva por afectación del oído interno o del nervio auditivo. La mayoría de los casos son pordaño en la cóclea, el verdadero órgano para oír del oído.

Causas de la pérdida de audición en esta dolencia

La causa puede ser congénita de nacimiento o puede ser adquirida a lo largo de la vida tras un traumatismo craneal, por exposición constante a ruidos, por enfermedades como el síndrome de Meniere, la meningitis, tumores del nervio auditivo, o a medida que envejecemos simplemente por la edad. También hay medicamentos de uso para otras enfermedades cuyos efectos secundarios pueden producir ototóxicidad y desencadenar una hipoacusia.
La más frecuente en niños es la hipoacusia congénita. Esta puede ser heredada de los padres o estar generada por una malformación de las estructuras del oído durante el desarrollo fetal. También puede ser consecuencia de infecciones transmitidas al feto durante la gestación, como la rubéola, la toxoplasmosis o el citomegalovirus.

Síntomas de la Hipoacusia Neurosensorial

Puede ser leve o profunda y afectar a uno o a los dos oídos, en este caso estaríamos hablando de Hipoacusia Neurosensorial Unilateral o Bilateral.
Si solo afecta a un oído, puede haber problemas para localizar de donde provienen los sonidos o para oír con ruido de fondo. Si afecta a los dos oídos, hay dificultad para entender palabras, incluso en tonos altos.

Tipos de tratamiento según el grado de la Hipoacusia, leve o profunda

El tratamiento varía dependiendo de la severidad de la hipoacusia y de si afecta a uno o a ambos oídos.
En la hipoacusia neurosensorial leve o moderada, tanto si afecta a uno o a los dos oídos, el tratamiento más habitual es la colocación de un audífono convencional.
Sin embargo, dado que las prótesis auditivas requieren un cierto grado de audición residual no son muy útiles en los casos de hipoacusia profunda. Al amplificar los sonidos por medio de prótesis auditivas estos suenan más altos pero no necesariamente más claros porque el oído interno, al estar muy dañado, distorsiona el sonido.
Para casos de hipoacusia profunda donde se oye bien por uno de los oídos, se puede valorar optar por un implante de conducción ósea que transmite el sonido a través del hueso del cráneo desde el oído dañado hasta el oído interno del otro lado, mejorando la calidad y percepción auditiva.
Si la hipoacusia neurosensorial es profunda y bilateral, las prótesis auditivas convencionales ya no sirven y de debe optar por los implantes cocleares.

¿Qué es un implante coclear?

Es un dispositivo electrónico que se implanta en el oído medio mediante una intervención quirúrgica para estimular directamente el nervio auditivo. A diferencia de los audífonos que solo amplifican el sonido, los implantes cocleares convierten las ondas sonoras en impulsos eléctricos que el nervio auditivo lleva al cerebro recuperando la sensación de oír.

Normas para publicar fotos de niños en las redes sociales



Es una tendencia natural sentirse orgulloso de tus hijos y querer que todo el mundo vea lo guapos, simpáticos y divertidos que son.
Muchos padres acostumbran a publicar fotos de sus hijos pequeños en las redes sociales, fotos aparentemente inocentes que pueden caer en redes de pornografía infantil o poner a los niños en el blanco de los depredadores sexuales.
Normas para publicar fotos de niños en las redes sociales
Internet no es el lugar más adecuado para mostrar al mundo cuánto quieres a tus hijos, sus bromas o sus ocurrencias. Aún así es perfectamente posible subir fotos de tus hijos u otros conocidos menores de edad, si se hace con responsabilidad, poniendo límites y respetando una serie de normas básicas.
La abogada de la Asociación de Internautas Ofelia Tejerina, experta en el tema, ha publicadonueve normas para descubrir si debes publicar o no fotos y vídeos de tus hijos en Facebook, WhatsApp, Twitter, YouTube, y otras redes sociales.
Normas para publicar fotos de niños en Facebook

* Normas para publicar fotos de niños en redes sociales

  1. Respeta la intimidad del menor. Ante todo, ten siempre presente que debes respetar la intimidad de los menores y que ellos quizás no quieran (ahora o en el futuro) que otros vean esos momentos que, aunque puedan ser divertidos, sólo interesan al seno de la familia o a círculos de amigos muy cercanos. ¿Querrá el niño ver esas fotos en la Red cuando sea mayor? Recuerda, en Internet todo se queda para siempre.
  2. No publiques nunca fotos de los niños desnudos. En ninguna circunstancia: ni en la playa, ni en la piscina ni dentro de casa. Aunque para ti sean momentos muy tiernos, esas imágenes pueden caer en manos de redes de intercambio de pornografía infantil.
  3. No compartas diariamente. Cada vez que vayas a publicar una foto de tus hijos, hazte esta pregunta: ¿De verdad esto resulta de interés para la mayoría de mis contactos? De esta forma, seguro que limitas de forma notable las imágenes que subes a Internet.
  4. Utiliza el email. Si lo que quieres es compartir fotos con amigos íntimos y familiares, es más aconsejable utilizar el correo electrónico y evitar su publicación en las redes sociales.
  5. Limita la difusión. Ajusta la privacidad de los perfiles en los que vas a compartir esas fotos, ya sea en las redes sociales o en programas de mensajería instantánea como WhatsApp. De este modo, acotarás al máximo el público que verá esas imágenes.
  6. No des pistas. Nunca detalles en las imágenes datos concretos del lugar o la hora en que se han tomado. Así no difundirás las rutinas de tus hijos, sus horarios habituales ni los sitios en los que pueden encontrarse a una determinada hora del día. De igual modo, procura que en esas fotos no se vea el nombre de tu calle, la entrada del colegio de los niños, la matrícula de tu coche.
  7. No etiquetes. En las fotos, no etiquetes a los menores con sus nombres y apellidos. Así evitarás que sean indexadas en los buscadores y que cualquiera pueda asociar las caras de los niños con su identidad real.
  8. Pide permiso. Si vas a compartir imágenes en las que el menor sale con otros amigos, siempre debes preguntar a los padres de esos niños si están de acuerdo en subir esas fotos a la Red.
  9. Pregunta al otro progenitor. Ambos progenitores tenéis que estar de acuerdo a la hora de subir las fotografías de vuestros hijos.
Son normas sencillas de seguir y recordar, pues se basan en el sentido común. Cúmplelas a rajatabla porque como hemos comentado, una vez subida a Internet una foto no se puede borrar. Aunque la elimines de tu cuenta, se habrá difundido y permanecerá para siempre en la Red.

Un padre con discapacidad conmueve el mundo al ser fotografiado portando a su hija pequeña en sus muletas

Un padre con discapacidad conmueve el mundo al ser fotografiado portando a su hija pequeña en sus muletas
Manoel izo fue visto cargando a su hija de 20 meses de edad, Esther Walker, en sus muletas.
El hombre de 43 años de edad, que tiene otros dos hijos más pequeños que Esther, con 11 y 13 años, también usó este método de transporte cuando ellos eran menores.
Manoel no puede andar sin la ayuda de las muletas, ya que sufrió parálisis infantil cuando tenía cuatro años de edad.
Pero eso no le impidió llevar una vida prácticamente normal, y crear una familia.

domingo, 20 de septiembre de 2015

RESPIRA

RESPIRA.
Serás madre toda tu vida. Enséñale las cosas importantes, las de VERDAD....A saltar los charcos, a observar los bichitos, a dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes. No olvides esos abrazos y no se los niegues NUNCA: puede que dentro de unos años los abrazos que añores sean los que no le diste. Dile cuanto LE QUIERES siempre que lo pienses.
Déjale imaginar, imagina con él....Déjale llorar, llora con él... Las paredes se pueden volver a pintar, los objetos se rompen y se reemplazan continuamente... los gritos de Mamá DUELEN PARA SIEMPRE... puedes lavar los platos mas tarde, mientras tu limpias....él crece.
Él no necesita tantos juguetes. Trabaja menos y quiere mas, y sobre todo, RESPIRA. Serás madre toda tu vida... Él solo sera niño una vez...